Mi experiencia en una feria de artesanía
lunes, agosto 10, 2015Este sábado pasado (día 8) comenzó la semana de fiestas en mi pueblo y con ella, la V Feria Artesanal y Agroalimentaria.
El año pasado fue el primero que asistí como vendedora, pero fue con cosas de una amiga que no pudo asistir.
Este año me he animado a llevar a mis amigurumis, a ver que tal se daba el día.
La feria abría "sus puertas" a las 10 de la mañana. asíque llegué una hora antes para poder prepararlo todo. Ahí vino el primer problema del día.
Me habían puesto con una amiga en la misma mesa, algo que era totalmente imposible, porque aunque yo llevase poquitas cosas, ella tenía muchísimo stock.
Hablamos con los responsables y accedieron a poner una mesa al lado, haciendo que el espacio alrededor para moverse con comodidad se redujese bastante. Pero bueno, al menos tenía una mesa para mi.
Coloqué a mis pequeñajos como mejor pude y me puse detrás de la mesa a esperar a las visitas. La gente pasaba y se quedaba mirando, muchos preguntándome si era yo quien los hacía o era mi madre jajaja (estuvo todo el día conmigo). Me sorprendió la cantidad de gente de mi pueblo que desconocía mi trabajo, la verdad.
Y ahí vino el segundo "problema". Lo digo así porque no es un problema en sí, si no algo que me sentó realmente mal, a pesar de que ya estaba advertida que pasaría eso.
Te pongo en situación: una abuela, la hija y el nieto. Se colocan delante de la mesa mirando los amigurumis.
El niño quería uno de los periquitos y se lo dijo a su madre. La madre, ni corta ni perezosa, estando yo detrás de la mesa vigilando las manos (la gente lo toca todo a pesar de haber carteles que decían "NO TOCAR"...) suelta: "¿13 euros por un pájaro? Eso te lo hace tu abuela a ganchillo y no me cuesta nada". Y dice la abuela: "claro hijo, eso te lo hago yo esta tarde en un rato".
¡Ya claro! En una tarde y exactamente igual. ¡Tururú!
Tardé un día entero en hacer cada periquito (patrón de Lanas y Ovillos), descansando nada más que para comer. Terminé con los dedos destrozados, pero con dos periquitos realmente preciosos que encandilaron a todos en casa y a los vecinos en la calle.
No os podéis imaginar como me hervía la sangre al escuchar eso, en serio. Pero yo, que soy una persona educada y algo tímida con la gente que no conozco, me callé y no dije nada.
Y no te pienses que fueron las únicas en decir comentarios de ese tipo, para nada... pero a partir de ese ya decidí hacer oídos sordos y quedarme con los buenísimos momentos que pasé durante el día entre amigas.
La gente me felicitaba por lo bien que hacía los amigurumis, me preguntaba como había aprendido, hice algunas ventas y varios encargos.
Llegué a casa algo decepcionada, ese comentario me recomía la cabeza, pero tras echarme una siesta de hora y media (¡benditas sean las siestas tranquilizantes!), puse punto y aparte y a seguir con mi trabajo.
A partir de ese día (cuenta con que solo han pasado dos días), la gente me sigue preguntando por mi trabajo, y preveo que seguiré teniendo encargos y ventas, algo que me hace ¡muy muy feliz!
El año que viene, si asisto de nuevo a la feria, espero tener el mismo éxito o incluso más :)
Que pases un feliz lunes y una gran semana, yo voy a seguir ganchilleando para poder disfrutar a tope de las fiestas!
Un beso, Irene.
PD: no hice fotos porque estaba en todo momento pendiente de niños y padres que lo tocaban todo ¬¬'
7 comentarios
Hola guapa! A veces es difícil que la gente valore tu trabajo. Y la abuela, para despistar al niño que se encapricha de una cosita, le contó una mentira de muy señor mío, y así hasta que el nene se olvidó y pasó a otro tema. Pero lo malo es que no se corten un pelo y lo digan contigo presente. Que cara! Tú no te inmutes. Hay mucha gente que lo valora, ya que es difícil de verdad. A estos los tienes ganados. Además, cuando uno hace algo artesanal, con tantas horas de investigación, puntos arriba y puntos abajo, pone tanta emoción que es muy complicado desprenderse de ellos a precios irrisorios. Nunca los vendas por menos de lo que valen, Irene. Sacas que claro que le experiencia ha sido buena, y que, además, has dado un gran paso para que se conozca tu arte. A por todas!
ResponderEliminarTranquila, para mi compañera del trabajo q me paga las facturas las cosas q hago en fimo son "mis chorraditas', oídos sordos
ResponderEliminarTranquila, para mi compañera del trabajo q me paga las facturas las cosas q hago en fimo son "mis chorraditas', oídos sordos
ResponderEliminarHola Irene! Felicidades por esta primera feria! Me alegro de que fuera bien, y con respecto a esos desafortunados comentarios, creo que la gente no se da cuenta de como pueden llegar a afectar, además de que por muchos años que la "abuela" en cuestión llegue a hacer ganchillo, dudo de que muchas de ellas sepan hacer amigurumis... jejeje En fin, quedate con lo bueno y lo demás no es importante.
ResponderEliminarBesos.
¡Hola Irene! Ya sabes cómo es la gente, que un comentario chungo no te desanime, tristemente de esos encontrarás muchos, pero lo importante no son esos comentarios, sino todo lo bueno que sacaste, las ventas y encargos, cada vez estás más cerca de poder vivir de ello ya lo verás, un abrazo fuerte ^_^
ResponderEliminarNo te desmoralizes por comentarios como el de la abuela. La mujer tuvo muy poco tacto contigo y como dice Carmen fué una estrategia para despistar al niño. Después te encontrarás con gente que lo hace por fastidiar. Yo soy profe de plástica y cada año me encuentro al típico niño cenizo que hace comentarios despectivos respecto al arte con la única finalidad de herirme y/o provocarme. A veces hay gente que ni se da cuenta. Tenía una amiga que por casualidad tenía amigas que hacían cosas preciosas... y siempre relacionadas con lo que estudiaba o me gustaba en su momento. Que hacían una postal de scrap, ya tenía una amiga que era una artista en ello. Estudiaba policromía y dorado y me enseñaba un super cuadro (por llamarlo de alguna manera: era una madera símplemente dorada) que le había regalada un amigo artista... bueno y así con todo. Me daba cuenta que en las conversaciones siempre era la abogada del diablo. Si me quejaba de un trato injusto esperando un apoyo se ponía a defender al otro. En fin, comprendí que esa era su manera de interactuar, al menos conmigo. Por suerte ya hace mucho que nos distanciamos :) Debes quedarte con la gente que sí aprecia y valora lo que haces, y por lo que veo estás rodeada. Ánimo!
ResponderEliminarPor desgracia el tema artesanal está muy poco valorado. Hace años hacía bisutería y la gente comenzó a interesarse y a encargarme cosas, todo era precioso hasta que dabas el precio y entonces llegaban ese tipo de comentarios en tu cara (esto en tal sitio está tirado de precio y cosas así) y algunos por detrás y más hirientes.
ResponderEliminarLa verdad es que a mí me desmotivaron mucho y dejé de hacerlo.
En mí caso es un hobby y solo hago lo que quiero y a quien quiero y muy pocos encargos...
Si quieres vivir de esto lucha por ello y que no te desmoralicen, por suerte siempre hay gente que sí lo valora, yo no tuve la suerte de encontrarmelos.
Besos